Playa de las Catedrales. Un tesoro natural que Galicia esconde entre acantilados

Descubre la Playa de las Catedrales en Ribadeo, Lugo: un paisaje único de arcos y acantilados que el mar ha esculpido durante siglos en las rocas.


Playa de las Catedrales. Un tesoro natural que

La Playa de las Catedrales en Lugo: "Catedrales naturales" esculpidas por el mar en las rocas.

Hay lugares que no parecen de este mundo y que uno no debe dejar de visitar. Uno de estos sitios es, sin duda, La Playa de las Catedrales, en Ribadeo (Lugo), y forma parte de la llamada Mariña lucense. Un escenario impresionante creado por la fuerza incansable e incesante del mar, en este caso por el Mar Cantábrico.

Un espectáculo natural... que cambia con la marea

Su verdadero nombre es Praia das Catedrais (en castellano Playa de Aguas Santas), aunque todo el mundo la conoce por sus majestuosos arcos de piedra que se asemejan a "catedrales" hechas en las rocas y que se alzan frente al mar.

Lo mágico de este rincón es que cambia con las horas del día. Con la marea baja, el visitante puede caminar entre pasadizos, cuevas y arcos gigantes. Pero cuando sube la marea, el agua reclama su territorio y la playa desaparece, quedando parte de las rocas sumerjidas en el agua. Cada momento del día ofrece una cara distinta.

Un lugar protegido... para disfrutar pero con respeto

La belleza de este rincón gallego es tal que desde hace años está protegida. En los meses de mayor afluencia (especialmente verano), es obligatorio reservar una entrada gratuita para poder acceder.

Es de sentido común pues no se trata solo de una playa, sino de un "monumento natural". Un lugar que pide respeto pues cada piedra, cada arco, son fruto de siglos de trabajo del viento, la sal y las olas del mar.

Consejos para disfrutarla... sin perderte nada

  • Consulta las mareas antes de ir. Si vas con la marea alta, te perderás buena parte del encanto, ya que los arcos y formaciones quedan sumergidos.
  • Reserva tu entrada (cuando sea necesario) en la web oficial de la Xunta de Galicia.
  • Ve temprano o al atardecer. La luz a esas horas tiñe las rocas de tonos dorados y el ambiente se vuelve casi mágico.
  • Calzado cómodo y precaución. Las rocas pueden estar resbaladizas y el entorno merece cuidado.

Más allá de las Catedrales. El encanto de Ribadeo

Después de pasear entre las rocas y dejarte llevar por el sonido del mar, merece la pena perderse un poco por Ribadeo, una villa marinera con calles empedradas, casas de indianos y miradores con vistas que cortan la respiración.

Y si te entra hambre, nada como probar una buena empanada gallega, un plato de "pulpo a feira", o simplemente un vino blanco frío mirando al horizonte.

Un lugar que se queda contigo

Hay playas donde vas a bañarte, y otras donde vas a sentir. La Playa de las Catedrales pertenece a ese segundo grupo. Porque cuando ves cómo el mar entra por los arcos, cómo la bruma se mezcla con la luz, o cómo el sonido de las olas resuena entre las paredes de piedra, entiendes que la naturaleza es el mejor artista de todos.

Playa de las Catedrales. Un tesoro natural que
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